El director de la Agencia Gallega de la Industria Forestal, Jacobo Aboal, participó hoy con una conferencia sobre la promoción pública y las políticas de contratación como herramientas de impulso de la construcción en madera, enmarcada dentro de la 40ª edición de Fimma Maderalia en la Feria de Valencia.
En esta intervención, que formó parte del programa Maderaula liderazgo por la Fundación Cesefor, el director de la Agencia Gallega de la Industria Forestal puso en valor que en el sector de la construcción cada vez crece más el interés por otros materiales estructurales, como es la madera, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero dentro de una estrategia de mitigación del cambio climático. Por eso, la Xunta atribuida decididamente por seguir potenciando el uso de la madera en este ámbito.
Siguiendo esta línea, explicó como recientemente el Gobierno gallego publicó una convocatoria dotada de 5 millones de euros para fomentar el uso de la madera en la construcción de viviendas unifamiliares y, como novedad, en edificaciones en altura -para uso residencial y de un mínimo de tres plantas-, entre otros. Cerrada la convocatoria se recibieron solicitudes por más de 15 millones de euros, lo que subraya la demanda exponencial por la madera en construcción desde la promoción privada.
A mayores, también habló del decreto que inició su tramitación a finales del 2023 y que regulará el futuro Sistema de créditos de carbono de la Xunta para iniciar su tramitación. Esta norma permitirá la creación de un mercado voluntario de créditos de carbono propio de Galicia, dirigido a organizaciones públicas y privadas, mismo a la ciudadanía, que se quieren responsabilizar de su acción climática, compensando su huella de carbono mediante la participación en proyectos que contribuyen a la eliminación o secuestro de carbono.
En este sentido, Jacobo Aboal resaltó que una de las metodologías en desarrollo de este comercado de créditos de carbono se podrá alinear con el fomento de la madera en el ámbito de la construcción, sector en el que cada vez crece más el interés por otros materiales estructurales, como es la madera, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero dentro de una estrategia de mitigación del cambio climático.
En este sentido, las construcciones en madera ejercen un efecto especialmente beneficioso, debido al prolongado almacenamiento de carbono en los productos a lo largo de su ciclo de vida. Además, se estima que el uso de un metro cúbico de madera en relevo de otros materiales de construcción reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera un promedio de 1,1 a 3,9 toneladas de CO2.
Siguiendo en esta línea, centrada en la reducción de estas emisiones, hasta un 20% de las edificaciones promovidas por el Gobierno autonómico emplearán madera en su estructura, un porcentaje que se introducirá de manera gradual a partir de este año.